'El análisis' (lunes, 27 de mayo de 2019)
Buenos días.
Ayer y, tras dos semanas de intensa
campaña electoral, se celebraron las elecciones locales, autonómicas y europeas
en un país en el que, casi siempre, todas las formaciones políticas intentan
sacar una lectura positiva de los resultados a pesar de que estos hayan podido
ser desastrosos.
Aunque a priori pudiera parecerlo, hoy
no voy a hablar de política, sino de algo mucho más importante: la vida humana.
María Eugenia Rodríguez Palop, cabeza de
lista de Unidas Podemos cambiar Europa al Parlamento Europeo, realizó unas
obscenas declaraciones el pasado domingo 19 de mayo en las que afirmaba, según
recogió la agencia Efe, que el “trifálico”, en alusión a PP, Cs y Vox, dice
“defender los derechos de los no nacidos; una vez nacido ya les da un poquito
más igual”. Semejante salvajada la dijo alguien que se autodefine como
“feminista” y que, ¡échense a temblar!, es investigadora del Instituto de Derechos
Humanos “Bartolomé de las Casas” de la UC3M de la Universidad Carlos III de
Madrid. Como era de prever, en el pasado mes de enero Rodríguez Palop ya había
lanzado sus dardos contra la Iglesia y así, había manifestado que “Vox se ha
convertido en el brazo armado de la Iglesia católica” y que “estas derechas
coinciden también con sus respectivos líderes religiosos en la lucha contra las
mujeres”. Eso sí, estos adalides de la aversión a todo lo que suena a
cristianismo son siempre consecuentes entre lo que dicen y lo que hacen y, así,
la dirigente podemita se licenció en Derecho por la Universidad Pontificia
Comillas en 1993, una universidad católica dirigida por la Compañía de Jesús.
¡Olé!
La número 1 de la candidatura podemita
al Parlamento europeo añadió, según informó Efe, que violencia también es
atacar el derecho al aborto y “prohibirlo”, algo que
a su juicio buscan dirigentes como Pablo Casado (PP), Javier Ortega Smith (Vox)
y Albert Rivera (Ciudadanos), y criticó la "cultura de la vida del
trifálico". Es decir, que defender la vida de los no nacidos es algo malo
para esta defensora de los derechos humanos.
Por cierto, ¿la señora Rodríguez Palop se ha tomado la molestia de leer
los programas electorales de los partidos que conforman el trifálico?
Porque resulta que, lejos de coincidir, PP, Cs y Vox tienen planteamientos bien
distintos con respecto al aborto.
No quisiera finalizar sin
prestar atención al término “trifálica”, neologismo creado por la
ministra de Justicia, Dolores Delgado, que quiso decir “tricéfala”,
refiriéndose a la “derecha (PP, Cs y Vox)”, y que la “supuestamente” feminista
Rodríguez Palop usó con sorna. ¿Por qué lo digo? Por una razón muy simple. ¿Qué
hubiera pasado si alguien de la “derecha trifálica”, en lugar de
utilizar esta palabra con connotaciones al órgano genital masculino, hubiera
usado una expresión sarcástica vinculándola al sexo femenino?
Desde la capital del
Somontano, ¡Feliz semana!
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