¿En qué gastaron las enormes riquezas acumuladas y en qué consistiría,
realmente, el famoso ‘tesoro templario’?
El Románico fue ideado por el Císter.
Con este estilo arquitectónico construyeron algunos de sus monasterios e iglesias.
El resto de las construcciones siguiendo este estilo arquitectónico fueron
pagadas por mecenas, nobles, reyes, etc., amantes de este estilo. El Cluny
asumió el estilo en sus conventos e iglesias.
El Románico fue un estilo
artístico predominante en Europa durante los siglos XI, XII y parte del XIII.
Iglesia de la Vera Cruz. Iglesia románica de la Orden del Santo Sepulcro. Está situada en las afueras de Segovia, muy cerca de Zamarramala; fue iglesia parroquial de este pequeño pueblo. (Fotografía y texto extraídos de www.fotoviajero.com). |
El arte románico fue el primer
gran estilo claramente cristiano y europeo que agrupó las diferentes opciones
que se habían utilizado en la temprana Edad Media (‘romana’, prerrománica,
bizantina, germánica y árabe) y consiguió formular un lenguaje específico y
coherente aplicado a todas las manifestaciones artísticas. No fue producto de
una sola nacionalidad o región, sino que surgió de manera paulatina y casi
simultánea en España, Francia, Italia, Alemania y, en cada uno de esos territorios,
surgió con características propias.
El Románico es humillación ante
Dios, el hombre es culpable de todo. Invita al caer de rodillas con la cara en
el suelo. Los pequeños ventanucos, con finas láminas de alabastro, confieren al
interior una penumbra, casi oscuridad. Es otro elemento importante. La música y
el incienso colaboran en el cometido. El incienso surte los efectos de una ‘droga’
que determina el estado anímico de los fieles.
El arte gótico es la denominación
historiográfica del estilo artístico que se desarrolló en Europa occidental
durante los últimos siglos de la Edad Media, desde mediados del siglo XII hasta
la implantación del Renacimiento (siglo XV para Italia), y bien entrado el
siglo XVI en los lugares donde el Gótico pervivió más tiempo. Se trata de un
amplio período artístico que surge en el norte de Francia y se expande por todo
Occidente. Según los países y las regiones se desarrolla en momentos
cronológicos diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones
profundas: más puro en Francia (siendo bien distinto el de París y el de
Provenza), más horizontal y cercano a la tradición clásica en Italia (aunque el
norte se acoge uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de
Milán), con peculiaridades locales en Flandes, Alemania, Inglaterra y España.
Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos de Segovia. Conocida como la Dama de las Catedrales, por sus dimensiones y su elegancia. Catedral gótica. (Fotografía y texto extraídos de www.catedralescatolicas.com). |
El Gótico procede del Románico.
El Gótico es elevación hacia
Dios, es confianza en el amor divino. Casi habla con Él “de tú a tú”. Este
estilo arquitectónico consiste en cortar los arcos del Románico y elevarlos
hacia el cielo, convirtiéndose en altas ojivas y, los nervios que confluyen en
las columnas románicas, también se elevan como las columnas transformando el
conjunto en bellos bosques de palmeras. Los ventanucos del Románico se
transforman en amplios ventanales ojivales con hermosas vidrieras que
transforman el interior en esplendorosa luz. Otros ventanucos se transforman en
grandes, complicados y sublimes rosetones. Es decir, que la oscuridad del
Románico se transforma en refulgente luz.
La Orden del Temple ideó el
Gótico y gastó ingentes sumas de dinero en construir todo tipo de construcciones,
sobre todo catedrales, en todos los territorios del mundo conocido en los que
estuvieren asentados.
La verdadera riqueza del Temple
era su sabiduría. Es obvio que así fuera por muchas razones. Los estudiosos del
tema así opinamos.
Vuelvo a recordar mi
trabajo-libro:
¿Hay alguna conexión entre la
reforma protestante de Lutero, la sociedad hermética de la Rosacruz (Rosacruces)
y la Orden del Temple?
Allí se encuentran explicaciones
sobre el tema.
Autor: Jesús Martínez