Buenos días:
Cuando aún no habían pasado ni 48 horas de conocerse el resultado
electoral de los comicios madrileños, algunos actores políticos de diferente
signo realizaban declaraciones altisonantes y/o tomaban decisiones políticas
importantes. Entre esas decisiones trascendentales me llamó la atención la
iniciativa de la dirección federal del PSOE de convocar el pasado jueves el
proceso para activar las primarias en Andalucía y, por tanto, adelantarlas, al
mes de junio. Así pues, la secretaria general de los socialistas andaluces,
Susana Díaz, competirá con el alcalde de Sevilla y candidato de Ferraz, Juan
Espadas, para ver quién encabezará la candidatura del PSOE a la Junta de
Andalucía, cuyos comicios, en principio, deben celebrarse a finales de 2022.
Y no dejamos Andalucía, ni tampoco a Susana Díaz, ya que unas de las declaraciones que más me han llamado la atención han sido, precisamente, las de la secretaria general del PSOE de Andalucía. Tras la debacle electoral de la candidatura de Ángel Gabilondo en Madrid, Susana Díaz dijo que “algo no estaremos haciendo del todo bien cuando miles de ciudadanos nos han vuelto la espalda como hemos visto en estos días”. Asimismo, Díaz señaló que “ahora es el momento para hacer una reflexión interna desde la unidad, hay que establecer la mejor estrategia posible para recuperar el espacio y la confianza perdida y tenemos que ser autocríticos” porque “es muy triste para todos ver cómo en nuestro país está avanzando la derecha más xenófoba, machista e inhumana de toda Europa”. Y se quedó tan ancha. O sea, que la autocrítica que propone la socialista Susana Díaz es la de insultar a la inmensa mayoría de votantes de la Comunidad de Madrid, que han decidido votar a opciones del centro-derecha. La tercera acepción de autocrítica que ofrece la RAE dice: “Juicio crítico sobre obras o comportamientos propios”. Como ven, el parecido es el mismo que el de un huevo a una castaña. Pero no todos sus compañeros de filas reaccionaron igual. Así, el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, se comportó como todo un señor y aceptó la derrota, él sí, con autocrítica. Gabilondo, al que desde Ferraz no se le permitió dirigir su propia campaña, afirmó, tras conocerse los resultados electorales, que siempre ha “intentado resolver los problemas de los ciudadanos” y que había tratado de “ofrecer propuestas sosegadas” pero que, “a la vista de los resultados”, no había logrado hacerlas llegar a la ciudadanía. Asimismo, el candidato socialista dijo que “esperemos que entre todos, cada uno donde nos corresponda, afrontemos y resolvamos esos problemas. No he sido capaz de abrir esos espacios para un debate sosegado. Lo hemos intentado, pero parece que las cosas han ido planteadas en otros términos”.
Qué diferencia entre las palabras de Susana Díaz y las de Ángel Gabilondo. Este último sí ha sabido hacer autocrítica, y es de agradecer. A pesar de la debacle sufrida en sus filas, ha reaccionado como todo un caballero y eso, hoy en día, y más en política, escasea mucho. Así que, a pesar de la derrota, le felicito, señor Gabilondo.
Desde la capital del Somontano, ¡Feliz semana!
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