Buenos
días:
El 9 de diciembre de
2020, en esta misma columna radiofónica, dijimos que “Radiotelevisión Española
(RTVE) es un mass media que pagamos
todos los españoles y que su enfoque informativo depende siempre del Gobierno
de turno”. Pero, asimismo, también alertamos de que “llegar a extremos de corte
sectario es algo totalmente deleznable”. Pues bien, suma y sigue.
El pasado miércoles
y, después de que la Casa Real diera a conocer que la princesa Leonor
estudiaría el Bachillerato internacional en Gales, el programa La Hora de la 1 informó de la noticia
insertando el ya famoso rótulo “Leonor se
va de España, como su abuelo”. Si se hubiera tratado de un programa de
humor, hasta me hubiera parecido un gag ingenioso y divertido pero, en este
caso, estamos ante un magacín matinal que ofrecía una noticia de actualidad.
No se trata de ser monárquico o republicano, ni siquiera de si uno es de derechas o de izquierdas, sino que estamos ante una Televisión pública, sufragada con nuestros impuestos, que ofrece su servicio en favor del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y que ataca a la jefatura del Estado constantemente.
Poco después de que se
diera la noticia del futuro académico de la princesa Leonor, los diferentes
medios de comunicación y las redes sociales centraron su atención en el
polémico rótulo de Televisión Española (TVE) que, según informó Copea,
estuvo sobreimpreso en las pantallas durante dos minutos. Ante el escándalo, RTVE
emitió un comunicado en el que la administradora provisional única del ente,
Rosa María Mateo, lamentaba “profundamente el grave error” y anunciaba que “los
responsables de esta equivocación” serían “relevados de sus puestos”. Además,
en el comunicado, Mateo denunciaba esta “grave
irresponsabilidad que no puede
empañar el compromiso inquebrantable de RTVE con la defensa de los valores
constitucionales y de las instituciones del Estado y sobre todas ellas, la
Corona”.
Estamos ante un suma y sigue. Cuando no es una cosa, es la otra.
Radiotelevisión Española se ha convertido en un instrumento del poder, en un
martillo pilón ideológico y sectario y en un pozo de deuda sin fondo. Eso sí,
así van las audiencias del ente público. Ante esto, yo me pregunto: ¿No le
traicionaría el subconsciente a Rosa María Mateo cuando tuvo aquel lapsus en el
Senado el 26 de mayo del año pasado y rebautizó a RTVE como Radiotelevisión Espantosa?
Desde
la capital del Somontano, ¡Feliz semana!
Sectarismo imperialista en RTVE
Vuelve 'El análisis', en Cope Alto Aragón
Hola Héctor,
ResponderEliminardesgraciadamente este "lapsus" informativo lo estamos viendo (y padeciendo) a diario en otras televisiones públicas como en tv3. Una vil manera de prostituir la noble profesión del periodismo...
Abrazos
Las cadenas públicas debieran velar por la imparcialidad, por la objetividad, pero cada vez quedan menos que lo hagan. Es necesario disponer de televisiones ecuánimes para el buen funcionamiento de toda democracia.
EliminarUn abrazo, Francisco.