'El análisis' (lunes, 28 de octubre de 2019)
Buenos días:
Hoy se cumplen 153 años del nacimiento del
creador literario del “esperpento”, don Ramón María del Valle-Inclán. El
escritor gallego fue quien, a partir de 1920, con su obra teatral Luces de Bohemia, inauguraría un nuevo
género dramático, el esperpento. Dicho término ya existía en el vocabulario de
la lengua española y era utilizado por los hablantes con la significación
actual. De hecho, en la edición de 1914 del Diccionario de la lengua española
se recoge la entrada “esperpento”. Aunque no será hasta 1970 cuando este vocablo
aparezca con la acepción de “género literario creado por Ramón del Valle-Inclán
en el que se deforma sistemáticamente la realidad, recargando sus rasgos
grotescos y absurdos, a la vez que se degradan los valores literarios
consagrados; para ello se dignifica artísticamente un lenguaje coloquial y
desgarrado, en el que abundan expresiones cínicas y jergales”. Esta acepción se
mantendrá hasta la actualidad, aunque con algunas matizaciones y pequeñas
variaciones.
Valle-Inclán fue, inicialmente, un autor
modernista y, posteriormente, formaría parte de la que llamamos Generación del
98. De hecho, Azorín ya definió el concepto de
generación del 98 aplicado a un grupo de escritores aparecidos en los primeros
años del siglo XX -y finales del XIX- en los que enmarcó a Unamuno, Bueno,
Maeztu, Baroja, Benavente, Valle-Inclán, Rubén Darío y el propio Azorín, entre
otros. Pero el escritor pontevedrés acabaría en una nueva etapa literaria, la esperpéntica.
Algunas de las definiciones
del “Esperpento” de Valle-Inclán las encontramos en Luces de Bohemia en boca de Max Estrella. Así, este personaje
literario señala que "Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos
dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con
una estética sistemáticamente deformada” y que “Las imágenes más bellas en un
espejo cóncavo son absurdas”. Y es que el espejo cóncavo de Valle-Inclán
deforma y altera grotescamente la realidad. Si me lo permiten, hagamos la
prueba de extrapolar el espejo cóncavo de Luces
de Bohemia a la actualidad, quizá nos llevemos alguna sorpresa.
Por cierto, el nombre real de
Ramón María del Valle-Inclán era Ramón José Simón Valle Peña.
Desde la capital del Somontano,
¡Feliz semana!
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