'El análisis' (miércoles, 3 de abril de 2019)
Buenos días.
Barbastro celebró su tradicional Fiesta
del Crespillo el pasado 24 de marzo. Una vez más, la ciudadanía
barbastrense respondió a una de las celebraciones más enraizadas de la capital
del Somontano. Se repartieron unos 15.000 crespillos entre los vecinos y
visitantes que se acercaron a la plaza del Mercado para degustar este típico
dulce altoaragonés elaborado a partir de hojas de borrajas. Una vez más, esta
Fiesta de Interés Turístico Regional, organizada por el Grupo Tradiciones y el
Ayuntamiento de Barbastro, fue un éxito tanto de público como de organización.
Más de un centenar de voluntarios colaboraron en las diferentes tareas. Además,
este festejo cuenta con el apoyo de la Asociación
Empresarios Somontano Barbastro (AESB) y de 14 establecimientos asociados que este
año han aportado materias primas para elaborar aproximadamente 15.000
crespillos en 15 hornillos. Los Gaiteros del Somontano amenizaron la jornada
con su música.
Esta celebración, que se trasladó a la calle
en 1994 y que desde 2015 está reconocida por el Gobierno de Aragón como Fiesta
de Interés Turístico Regional, se conmemora anualmente el domingo más cercano
al 25 de marzo, fiesta de la Encarnación. La tradición señala que el 25 de
marzo se elabora el crespillo en las casas para propiciar el preñado de
las oliveras, es decir, para que se polinicen las flores de los olivos y den
buena cosecha, así como para dar gracias a Dios por los frutos recogidos de la
tierra. En el marco de la Fiesta del Crespillo de Barbastro se realizan también
diferentes actividades culturales que completan un fin de semana de
celebraciones. Asimismo, entre los asistentes estaban los viajeros del primer
Bus de la Ruta del Vino del Somontano de este año, que pudieron conocer un par
de bodegas y participar de la tradicional fiesta barbastrense. En la edición de
este año se recordó a Dorita Mur, que falleció recientemente y que fue, junto con Elita Davías y Jovita Pardinilla quienes iniciaron esta fiesta hace ya 26 años.
El crespillo es un postre elaborado con
hojas de borraja rebozadas en una masa de huevo, leche, levadura, harina,
gaseosa y azúcar, con un toque de anís y, si se quiere, de cocimiento de
naranja, que se fríe en aceite de oliva. Este dulce, así como la celebración
que lleva asociada, los encontramos en otras poblaciones de las comarcas del
Somontano y Sobrarbe, como Alquézar, Aínsa, Azlor, Salas Altas, Salas Bajas, Estadilla,
Formigales y Colungo, entre otras, pero también de Ribagorza y La Litera, como
Graus, Tamarite o Castillonroy (en este último pueblo los crespillos reciben el
nombre de 'borrañóns'). Incluso en la comarca turolense del Matarraña se
elabora este postre característico de las zonas rurales.
El crespillo o crespillo de borrajas es,
sin duda, uno de los elementos gastronómicos más característicos y genuinos del
Somontano y el Sobrarbe y su exponente más famoso y celebrado lo encontramos en
Barbastro, que ha sabido promocionar y exportar este dulce fuera de Aragón de
un modo brillante.
Desde la capital del Somontano, ¡Feliz
semana!
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