'El análisis' (lunes, 14 de enero de 2019)
Quiénes son los que no quieren el cambio político en Andalucía
El análisis, con Héctor Castro (Audio Cope).
Buenos días.
Mañana
(martes 15 de enero) comienza el Pleno de investidura de la Junta de Andalucía,
concretamente, la sesión empezará a las 12:30 horas. Asimismo, el miércoles a
partir de las diez de la mañana se retomará el Pleno y será el turno para la
intervención de los portavoces de los grupos parlamentarios y el candidato a la
Junta tendrá el derecho de réplica. En principio, todo está dispuesto para que
el popular Juanma Moreno Bonilla sea
investido presidente, en primera votación, el próximo viernes (18 de enero). Pero digo en
principio porque, tal y cómo están las cosas, puede pasar de todo.
Hay
quien ha puesto muchos palos en las ruedas para evitar que Juanma Moreno sea el
futuro presidente de Andalucía. No me refiero a Vox, a pesar de pasarse de
frenada en su documento de 19 puntos a pactar con el PP. Tampoco me refiero al
candidato del Partido Popular, que creo que es quien ha actuado de un modo más
responsable. Tampoco hablo de PSOE ni de la marca blanca de Podemos en la
Comunidad andaluza, que han cumplido con su lógico papel de intentar que
fuerzas que no sean de izquierdas lleguen al Palacio de San Telmo. Eso sí,
Adelante Andalucía, que es una coalición liderada por Podemos y en la que se
engloban también, asimismo, otra coalición como Izquierda Unida Los
Verdes-Convocatoria por Andalucía, y los partidos Izquierda Andalucista y
Primavera Andaluza, enseguida mostraron su cara totalitaria al no aceptar el
resultado que democráticamente salió de las urnas y ya han anunciado para mañana
su participación en las diferentes movilizaciones convocadas ante el Parlamento
andaluz y en las diferentes provincias de la Comunidad. Así pues y, por
eliminación, efectivamente estoy hablando de Ciudadanos (Cs). Sinceramente,
creo que la formación naranja es la que más dificultades ha puesto para que se
produzca un relevo político al frente del Ejecutivo andaluz.
El
candidato de Cs a la Junta de Andalucía comenzó la misma noche electoral su particular
show exigiendo ser él el próximo presidente
de Andalucía a pesar de haber quedado a 89.644 votos del PP, este último
obteniendo 5 diputados más que la formación naranja, y a pesar de haber quedado
a 349.612 votos del Partido Socialista, este último aventajando a Ciudadanos en
12 escaños. Luego vino lo de no querer salir en la foto con Vox; lo de no
querer reunirse con Vox, pero sí con Podemos; y declaraciones como las del
secretario general de Cs, José Manuel Villegas, que afirmó que el acuerdo de PP
y Vox “no obliga al Gobierno de coalición ni por supuesto a los diputados de
Ciudadanos”; las de Albert Rivera, quien calificó el pacto de PP y Vox como
“papel mojado” y que dijo que “no es vinculante para el Gobierno”; o las del
propio Juan Marín, que aseguró que “lo
que Vox haya negociado con el PP tendrán que resolverlo ellos”. En resumen, que
Marín quiere ser vicepresidente de la Junta pero no quiere tener nada que ver
con Vox a pesar de que para ello necesita el apoyo de los diputados de la
formación de Abascal. ¿A quién quiere engañar el señor Marín? Si finalmente
llega a la vicepresidencia del Gobierno andaluz será gracias a los votos de
Vox. Aunque yo no tengo claro que eso es lo que quiera el señor Marín. Así
pues, tampoco doy por seguro que el viernes Juanma Moreno sea investido presidente
de Andalucía, y más aún cuando en diciembre pasado el cabeza de lista de la
formación naranja a la Junta llegó a pedir a Susana Díaz que apoyara un
gobierno liderado por él.
Por
ello, creo que Ciudadanos ha torpedeado en todo lo posible el cambio en
Andalucía y podría haber deseado, desde un primer momento, una nueva
convocatoria electoral. Pero llegados a este punto, no descarto que el partido
de Rivera participe de un tripartito, de
iure o de facto, próximo o
lejano, junto a PSOE y PODEMOS en la Junta de Andalucía.
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