'El análisis' (lunes, 26 de noviembre de 2018)
Buenos
días.
Si
en nuestro análisis del pasado lunes tratábamos del cambalache que PSOE y PP
habían realizado para llegar a un acuerdo de reparto en la composición del
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), hoy tenemos que retomar el tema pues
la torpeza del portavoz del Grupo Popular en el Senado al enviar o reenviar un whatsapp no ha hecho más que confirmar
el bochornoso trapicheo que habían protagonizado socialistas y populares.
El
que iba a ser con total seguridad el presidente del Órgano de gobierno de los
jueces y del Tribunal Supremo, el magistrado Manuel Marchena, renunció pocas
horas después de haberse hecho público el polémico whatsapp. Tras el gran número de críticas que PSOE y PP recibieron
por el reparto del Poder Judicial, parece que la puntilla para la renuncia de
Marchena fue, sin duda, la publicación del mensaje que Ignacio Cosidó mandó a
un grupo de whatsapp de su partido
formado por nada más y nada menos que 146 senadores. En el citado mensaje se
decía, entre otras cosas, que con “el pacto” se conseguía controlar “la sala
segunda desde atrás”, refiriéndose a la Sala Segunda del Tribunal Supremo. El
portavoz de los populares en el Senado ha negado ser el autor de ese whatsapp, pero el hecho de enviarlo a sus
compañeros de banqueta de la Cámara Alta ya supone una torpeza de gran calibre
que, además, pone en evidencia, sobre todo, al Partido Popular.
Por
cierto, el PP tendría que mirar a quiénes tiene entre sus filas y en sus grupos
de whatsapp, porque la filtración ha
provenido de fuego amigo. Aunque esto
último no es nada nuevo ni supone ninguna sorpresa, pues el centro-derecha
español tradicionalmente ha pecado de tener entre sus filas a algunos miembros
desleales cuando no directamente topos.
Este comportamiento negativo contrasta con otro ademán, también muy nocivo, que
en este caso suele reflejarse en la izquierda española, consistente en que todos
sus componentes van a toque de silbato.
Lo
único positivo que destacaría de esta historia es la dignidad de la actitud del
juez Marchena que, con su renuncia, ha antepuesto las honras personal y
judicial a los cargos. Aunque eso sí, posiblemente ha sido también la decisión
más inteligente para evitar ser una víctima del linchamiento mediático y
profesional a que podría haber sido sometido tras evidenciarse la componenda
del pacto alcanzado entre socialistas y populares.
Hoy
no acabaré con la cita más famosa de Romanones como la semana pasada, hoy
finalizaré con una aseveración y deseo que se complementan y es que, como dijo
Miguel de Cervantes Saavedra, “La honestidad es la mejor política”.
Desde la capital del
Somontano, ¡Feliz semana!
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