lunes, 17 de febrero de 2014

“El Príncipe”, de Niccolò Machiavelli (y Parte VIII)

El Príncipe

El autor se expresa de un modo franco y directo, y su estilo narrativo de la realidad, tanto pasada, presente como futura, se caracteriza por la crudeza. Maquiavelo no hace uso de ningún eufemismo para relatar las experiencias de héroes, príncipes y gobernantes antiguos, ni para expresar con ímpetu sus triunfos o narrar de manera dura sus fracasos. La falta de pleonasmos es otra de las características del estilo literario del autor en esta obra política. Si muchas de las pautas que da Maquiavelo son aplicables hoy día, también es cierto que otras muchas nos escandalizan. La pluma del escritor nos revela un Maquiavelo sin escrúpulos que, en muchas ocasiones, el propio autor se justifica por el buen funcionamiento y mantenimiento del Estado.

El estilo realista y crudo de Machiavelli caracteriza tanto este libro como toda su obra en general. Sus polanteamientos (que posteriormente serán denominados “maquiavélicos”) darán nombre a la doctrina política del “maquiavelismo”. Además, todo “modo de proceder con astucia, doblez y perfidia” se definirá también como “maquiavelismo”, como nos indica el DRAE. El príncipe representa para su época, en su conjunto, un perfecto manual de conducta sin escrúpulos para la consecución y mantenimiento del poder en un Estado.

Nicolás Maquiavelo


2 comentarios:

  1. Hola Héctor,
    la "crueldad" inteligente de Maquiavelo la definió Goethe magistralmente 300 años después cuando dijo: "Prefiero la injusticia al desorden".
    Un saludo

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  2. Hola, Francisco:
    Desconocía ese dato. Como siempre, gracias por tus interesantes apuntes.
    Un saludo.

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