Las tintas
A continuación describiremos rápidamente los tipos de tinta que existían:
a) Al carbono
Basadas en obtener negro de humo. Se cruzan diversas substancias y se obtiene y utiliza el humo, que se mezcla con una base de soporte. El inconveniente es que se puede borrar fácilmente porque no se engancha mucho. La ventaja es que no se come el soporte. Estas tintas apenas se usaban.
b) Ferrogálicas
Se obtiene de una mezcla de tintes que provienen de las galas. Se mezcla con el hierro y se le añade alguna cosa para que no desprenda mal olor. El inconveniente es que estas tintas se enganchan mucho al soporte y se puede comer el papel si el PH es ácido. La ventaja es que estas tintas no se borran con facilidad.
Se debe mencionar que también existían algunas tintas híbridas.
Retomando
ahora la historia del papel, hemos de mencionar que en el siglo XVII, el
invento de nuevas máquinas para moler la pasta hizo que los holandeses
obtuvieran una pasta más refinada en menos tiempo. En 1844 Friedrich Gottlob
Keller consiguió por primera vez, mediante procedimientos mecánicos, la pasta
de madera; en 1852 Meillier descubrió la celulosa y Tilghman patentó un
procedimiento para obtener celulosa de la madera a base de bisulfito de calcio;
nuevos métodos (Kellner, 1882; Dahl, 1883) facilitaron una producción más
rápida de celulosa. La industria papelera, en constante desarrollo durante el
siglo XIX, desde la invención de la primera máquina de fabricación continua
(Louis Nicolas Robert) alcanzó a finales del siglo XX altos niveles de
producción, aunque insuficientes todavía para cubrir la demanda, incrementada
cada día.
En cuanto al tratamiento específico de
los libros, a finales del siglo
pasado, por influencia de los países anglosajones, la literatura escolar se vio
enriquecida con manuales y monografías (livres
du maître, textos-guía, work-books)
que respondían a las exigencias de la escuela activa, con ejercicios que
permiten el desarrollo de la iniciativa personal dentro de una orientación
sistemática. Desde hace algunas décadas los libros de enseñanza con temática de
arte, humanidad y literatura son complementados con el “vuelo de la imaginación”
y potenciados con los vídeos de Disney, entre otros. Desde el Pinocho de Collodi a los dibujos de Walt
Disney. En la actualidad, los medios ya no son solo audiovisuales, sino también
medios informatizados e interactivos y libros y materiales didácticos que se
trabajan desde Internet y que en ocasiones están relevando ya al libro clásico
a otra función en la enseñanza, al menos en la educación infantil por el
momento. Quién sabe si con los años el libro no quedará relegado a anticuarios
y a artesanos y que este soporte secular dejará paso a Internet y al
Ciberespacio. Es ley de vida o, mejor, de evolución. Quizá solo los románticos,
como el que está escribiendo estas líneas, sean los únicos que se aferren o que
prioricen en buena medida una buena lectura de un libro como los de antaño. O quizá no. Particularmente creo que
nuestro queridísimo libro cohabitará con las nuevas tecnologías y los nuevos
soportes.
Autor: Héctor Castro Ariño
El libro y otros soportes de la escritura (1)
El libro y otros soportes de la escritura (2)
El libro y otros soportes de la escritura (3)
El libro y otros soportes de la escritura (4)
El libro y otros soportes de la escritura (5)
Hola Héctor,
ResponderEliminarhe aprendido cosas interesantes que desconocía de la tinta, gracias. Decirte también que soy de la misma opinión que tú respecto a que los libros nunca desaparecerán.
Un saludo,
Fco. Javier Tostado
Hola, Francisco:
ResponderEliminarLa verdad es que si indagamos algo sobre las tintas, soportes de la escritura, sistemas de escritura... descubriríamos todo un mundo. Y sobre los libros... ¿qué sería de una tarde otoñal lluviosa o de una tarde estival en la fresca leyendo un buen libro?
Saludos,
Héctor Castro