La “reina del crimen” o “reina de la intriga”, apelativos con que se conoce a la escritora británica Agatha Christie, nos ofrece una deliciosa novela policíaca en la que nada es lo que parece. Una sagaz Miss Marple -Jane Marple- será la encargada de descubrir a los culpables del asesinato de dos jóvenes.
En esta obra y, a grandes rasgos, Agatha Mary Clarissa Miller –nombre real de Agatha Christie- repite el esquema tradicional de sus novelas policíacas pero, sin embargo, en esta ocasión no ofrece al lector un cúmulo claro de datos y detalles para que este pueda descubrir el misterio a la par que Miss Marple como sucede en otros de sus relatos. Esta vez el lector queda sorprendido por un desenlace inesperado. A pesar de este final imprevisible cabe recordar que anteriormente ya había escrito alguna otra obra donde sorprende al lector con finales sorprendentes como en La muerte de Roger Ackroyd.
El personaje de Miss Marple, una anciana solterona aunque amable y vitalista, como la define la propia autora, centra todo el hilo argumental de la novela ya que todo lo que se va descubriendo pasa por ella. Jane Marple es un señora mayor que reside en el apacible y bonito pueblo de St. Mary Mead, en el interior de Inglaterra, cuyo éxito para resolver los crímenes y atrapar a sus responsables reside básicamente, como ella misma afirma, en el conocimiento que posee de la naturaleza humana. En ocasiones parece que no tiene en muy buena consideración a la especie humana y, sobre todo a los hombres, y acostumbra a repetir que “la gente es igual en todas partes”. A pesar de ello, en el fondo Miss Marple es una mujer que ama la vida por encima de todo así como la condición humana. Es observadora y tiene una capacidad analítica que supera con creces a los mejores policías del país, incluso a los de Scotland Yard.
Un cadáver en la biblioteca es una novela fresca y llena de intriga desde la primera línea. Su estructura es muy simple ya que sigue los tres estadios de introducción, nudo y desenlace. El hecho de que su organización no sea compleja no significa que el libro carezca de personalidad, calidad o interés, más bien todo lo contrario, ya que consigue hilar una misteriosa trama desde su incio hasta su desenlace. La acción se desarrolla sin pausas que pudieran hacer perder tensión en la lectura. El lector disfruta de un elenco de personajes entre los que se encuentran los criminales y ello le permite poder sospechar de cualquiera de ellos a medida que transcurre el relato aunque, como ya hemos dicho, en esta ocasión será muy difícil adivinar quién es el asesino.
En esta obra, publicada en 1942, Agatha Christie aprovecha para criticar algunos de los estereotipos de la Inglaterra de mediados del siglo pasado. Hace un repaso a la diferente tipología de personas y estamentos sociales de la época. Sin duda alguna que leyendo esta novela podemos hacernos una idea muy cercana a la realidad de lo que era en esos años el país del Big Ben. De hecho, incluso el personaje de Miss Marple es costumbrista, empezando por su manera de vestir clásica y típica de las señoras mayores así como sus modales y costumbres típicas del interior de Inglaterra.
Como es habitual en las historias de Miss Marple, la acción de esta novela se desarrolla también en pequeñas poblaciones de la Inglaterra rural donde sus vecinos son ciudadanos modélicos y donde un asesinato coge desprevenidos y por sorpresa a todos los habitantes del entorno, incluyendo a la propia Policía. Agatha Christie consigue inundar de desasosiego y tensión el lugar más apacible. La escritora también tiene la virtud, como podemos comprobar en este relato, de combinar perfectamente personajes planos y personajes redondos que dan forma a la trama argumental. La evolución psicológica de algunos de los personajes es una auténtica demostración de la capacidad creativa de la autora que, a su vez, es capaz de describir al detalle algunas de las situaciones que se dan en la historia para provocar en el lector un anhelo de curiosidad que lo lleva a imaginar aspectos que no han sido descritos.
Aunque numerosas de las novelas de la “reina de la intriga” han sido llevadas tanto al teatro como a la televisión, algunas de ellas han sido trasladadas también al cine como en el caso que nos ocupa ya que Silvio Narizzano dirigió la película Un cadáver en la biblioteca que fue estrenada en 1984.
En esta obra y, a grandes rasgos, Agatha Mary Clarissa Miller –nombre real de Agatha Christie- repite el esquema tradicional de sus novelas policíacas pero, sin embargo, en esta ocasión no ofrece al lector un cúmulo claro de datos y detalles para que este pueda descubrir el misterio a la par que Miss Marple como sucede en otros de sus relatos. Esta vez el lector queda sorprendido por un desenlace inesperado. A pesar de este final imprevisible cabe recordar que anteriormente ya había escrito alguna otra obra donde sorprende al lector con finales sorprendentes como en La muerte de Roger Ackroyd.
El personaje de Miss Marple, una anciana solterona aunque amable y vitalista, como la define la propia autora, centra todo el hilo argumental de la novela ya que todo lo que se va descubriendo pasa por ella. Jane Marple es un señora mayor que reside en el apacible y bonito pueblo de St. Mary Mead, en el interior de Inglaterra, cuyo éxito para resolver los crímenes y atrapar a sus responsables reside básicamente, como ella misma afirma, en el conocimiento que posee de la naturaleza humana. En ocasiones parece que no tiene en muy buena consideración a la especie humana y, sobre todo a los hombres, y acostumbra a repetir que “la gente es igual en todas partes”. A pesar de ello, en el fondo Miss Marple es una mujer que ama la vida por encima de todo así como la condición humana. Es observadora y tiene una capacidad analítica que supera con creces a los mejores policías del país, incluso a los de Scotland Yard.
Un cadáver en la biblioteca es una novela fresca y llena de intriga desde la primera línea. Su estructura es muy simple ya que sigue los tres estadios de introducción, nudo y desenlace. El hecho de que su organización no sea compleja no significa que el libro carezca de personalidad, calidad o interés, más bien todo lo contrario, ya que consigue hilar una misteriosa trama desde su incio hasta su desenlace. La acción se desarrolla sin pausas que pudieran hacer perder tensión en la lectura. El lector disfruta de un elenco de personajes entre los que se encuentran los criminales y ello le permite poder sospechar de cualquiera de ellos a medida que transcurre el relato aunque, como ya hemos dicho, en esta ocasión será muy difícil adivinar quién es el asesino.
En esta obra, publicada en 1942, Agatha Christie aprovecha para criticar algunos de los estereotipos de la Inglaterra de mediados del siglo pasado. Hace un repaso a la diferente tipología de personas y estamentos sociales de la época. Sin duda alguna que leyendo esta novela podemos hacernos una idea muy cercana a la realidad de lo que era en esos años el país del Big Ben. De hecho, incluso el personaje de Miss Marple es costumbrista, empezando por su manera de vestir clásica y típica de las señoras mayores así como sus modales y costumbres típicas del interior de Inglaterra.
Como es habitual en las historias de Miss Marple, la acción de esta novela se desarrolla también en pequeñas poblaciones de la Inglaterra rural donde sus vecinos son ciudadanos modélicos y donde un asesinato coge desprevenidos y por sorpresa a todos los habitantes del entorno, incluyendo a la propia Policía. Agatha Christie consigue inundar de desasosiego y tensión el lugar más apacible. La escritora también tiene la virtud, como podemos comprobar en este relato, de combinar perfectamente personajes planos y personajes redondos que dan forma a la trama argumental. La evolución psicológica de algunos de los personajes es una auténtica demostración de la capacidad creativa de la autora que, a su vez, es capaz de describir al detalle algunas de las situaciones que se dan en la historia para provocar en el lector un anhelo de curiosidad que lo lleva a imaginar aspectos que no han sido descritos.
Aunque numerosas de las novelas de la “reina de la intriga” han sido llevadas tanto al teatro como a la televisión, algunas de ellas han sido trasladadas también al cine como en el caso que nos ocupa ya que Silvio Narizzano dirigió la película Un cadáver en la biblioteca que fue estrenada en 1984.
"Matrimonio de sabuesos", de Agatha Christie
"El caso de los anónimos", de Agatha Christie
Autor: Héctor Castro Ariño
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